El Argumento ad Baculum: el poder de la porra
Hoy vamos a profundizar en una falacia muy usual, que encontramos en muchos contextos, tanto en situaciones cotidianas como en escenarios más formales, como la política, los negocios y las relaciones laborales: la amenaza o el uso de poder para imponer una postura: el argumentum ad baculum.
QUÉ ES EL ARGUMENTO AD BACULUM
El argumento ad baculum, tambien conocido como la falacia del garrote o argumento de apelación a la fuerza, es sin duda la falacia con el nombre más sugerente de todas las falacias.
La frase argumentum ad baculum proviene del latín y significa “argumento del bastón”, simbolizando este objeto el uso de la fuerza o la amenaza de su uso.
Porque de eso trata esta falacia: de apelar al miedo, la fuerza o la amenaza para imponer una conclusión, en lugar de usar razones válidas.
Pongamos un ejemplo clásico. El jefe que se dirige al trabajador de la siguiente manera: “Martínez, le sugiero que incluya esta conclusión en su informe. Es importante, tanto para el proyecto… como para su rol en esta empresa.”
Puede que la conclusión que sugiere el jefe sea disparatada y que el empleado Martínez no esté de acuerdo con ella. Sin embargo, a pesar de que racionalmente no encuentra razones para incluirla en su informe, el trabajador igualmente valora hacerlo, por temor a las represalias que pueda tomar su superior.
Como puedes ver, esta estrategia puede ser muy convincente. No obstante su fuerza persuasiva, no debemos perder de vista que se trata de un argumento lógicamente defectuoso, es decir una falacia.
¿Por qué? Porque quien apela a la misma, no demuestra que su posición o afirmación sea correcta o válida. No proporciona razones o evidencias. Las conclusiones impuestas por amenazas no se basan en hechos ni en una reflexión lógica, simplemente se busca intimidar a las personas para que acepten lo que se les dice.
Sin embargo, es importante notar que apelar a un posible perjuicio para aceptar una proposición no siempre es una falacia. Si la amenaza es creíble y lo suficientemente grave, podría justificar actuar como si se creyera en ella.
EJEMPLOS DE ARGUMENTO AD BACULUM
En su versión más procaz, una persona hace una amenaza implícita o explícita de violencia física contra otros si se niegan a aceptar las conclusiones que se les presentan. Es el caso, por ejemplo, del bullying.
Las amenazas también pueden ser emocionales (como el aislamiento o la ridiculización) y pueden ser muy efectivas para controlar comportamientos.
Un ámbito más formal en el que se ven a menudo estas falacias es el de la política y diplomacia internacionales.
Por ejemplo: “Si no detienes tus pruebas nucleares, responderemos con sanciones devastadoras o incluso con un ataque militar.”
En lugar de explicar por qué las pruebas nucleares son peligrosas o injustificadas, se usa la amenaza de un conflicto armado para tratar de cambiar la conducta de otro país.
CÓMO REFUTAR EL ARGUMENTO AD BACULUM
Hemos visto cómo la falacia ad baculum puede ser una herramienta muy potente de persuasión, basada en el miedo o temor.
Sin embargo, como en todas las falacias, también es posible desactivarla. Para hacerlo sigue los siguientes pasos.
1.Identifica la amenaza implícita o explícita
Señala que el argumento que se te plantea no apela a la razón o a los hechos, sino al miedo o la fuerza.
Ejemplo: “Este argumento no dice por qué la opinión del jefe es correcta, solo dice que me castigarán si no la acepto.”
2. Exige razones válidas
Pide que la parte contraria dé argumentos que respalden la afirmación con lógica o evidencia, no con intimidación o amenazas.
Ejemplo: “¿Puedes explicar por qué esa decisión es la mejor, independientemente de las consecuencias si no la apoyo?”
3. Distingue entre poder y verdad
Deja claro que tener poder no implica tener razón.
Ejemplo: “Que el jefe pueda castigarme e incluso despedirme por no estar de acuerdo con él, no significa que tenga razón.”
4. Usa analogías para desenmascarar la falacia
Ejemplo: “Es como decir que debo creer que la Tierra es plana porque si no, me encerrarás. Eso no cambia los hechos.”
IDEAS FINALES
El argumento ad baculum es una falacia muy común, que muchas veces pasa desapercibida como una invocación al sentido común.
Lo cierto es que corrompe la integridad del debate y la toma de decisiones razonada.
Las amenazas son una forma de ejercer control cuando las personas no tienen suficiente poder para convencer con razones o hechos. Al apelar al miedo de una consecuencia negativa, buscan forzar un acuerdo sin necesidad de argumentar.
Al comprender su naturaleza e implicaciones, podemos proteger mejor nuestro discurso contra la coerción y garantizar que los argumentos sean evaluados por sus propios méritos.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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