10 Consejos para preparar tus Entrevistas con éxito
¿Tienes que prepararte para una entrevista y no sabes por dónde empezar?
Este post, con información que he procesado desde mi experiencia como coach de comunicación, puede suponer la diferencia entre hacerlo bien o morir en el intento. Todo en una lectura de sólo 5 minutos.
Vamos allí.
¿QUÉ ES UNA ENTREVISTA?
Las entrevistas son, sin duda, una de las oportunidades más interesantes de comunicación para cualquier persona que representa a una marca, una organización, o a sí misma.
Son una vitrina poderosa: te permiten llegar a audiencias amplias con tus mensajes (a veces masivamente); poner rostro y voz a los valores de tu marca y, de ser necesario, mostrar tu versión de los hechos para defender la reputación de tu marca, organización o la tuya misma.
Pero como todo escenario de alta exposición, también tienen su lado complejo.
¿La razón? No sabes con certeza qué te van a preguntar, y lo que digas y cómo lo digas queda registrado para la posteridad, muchas veces abierto al escrutinio público de manera permanente.
Además, no son pocas las veces en que las entrevistas surgen en medio de situaciones tensas, cuando se espera que un vocero dé la cara por su organización y ofrezca explicaciones en momentos complejos. Sin duda, un escenario desafiante.
No sorprende, por tanto, que este tipo de situaciones genere nervios, incluso entre líderes o ejecutivos con años de experiencia.
Sea como sea, una buena preparación es la clave para salir bien parado y aprovechar al máximo cada entrevista.
ENTREVISTAS HAY DE TODOS LOS SABORES
El mundo de las entrevistas es amplio y variado.
Puede que te toque enfrentarte a una entrevista escrita, una nota radial o la más clásica de todas: una cámara apuntándote en plena transmisión.
Pueden ser en vivo o grabadas, presenciales o virtuales, para medios tradicionales o digitales de nicho, en lives de Facebook, TikTok o Podcasts.
Cada formato tiene su qué y su forma de prepararse. No voy a entrar en todos los matices ahora, pero sí te diré esto: hay principios generales que aplican para todos los casos, que te explico a continuación.
CONSEJOS PARA PREPARAR UNA ENTREVISTA
- Nunca aceptes una entrevista sin tener claro a dónde vas y con quién hablarás.
Este el primero paso. Infórmate antes. Evitarás sorpresas innecesarias y podrás prepararte óptimamente para esa ocasión específica. - Recuerda: una entrevista no es una conversación casual.
No te confundas. Una entrevista no es un diálogo entre amigos. Es más una transacción. Tú quieres posicionar tu mensaje; el periodista quiere titulares. Ese es el terreno de juego. - Tómatelo en serio: prepárate de verdad.
Define tus objetivos, clarifica tus ideas y diseña tus mensajes clave antes de sentarte frente al micrófono o la cámara. El peor momento para pensar en lo que vas a decir, es cuando lo estás diciendo. No suele terminar bien. - Sé amable y mantén una actitud positiva.
El entrevistador está haciendo su trabajo. Sonreír, aunque no estés de acuerdo, siempre juega a tu favor y contribuye a mantener un entorno de respeto y cordialidad. - Presta atención a las preguntas.
Uno de los errores más comunes en una entrevista es responder lo que uno cree que le preguntaron, y no lo que realmente se dijo. No temas pedir que repitan o aclaren la pregunta si no la entendiste del todo. Mejor eso que improvisar mal.
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Habla con el entrevistador, pero piensa en la audiencia.
Es fácil caer en la tentación de hablar para quien te entrevista. Recuerda esto: la audiencia es tu verdadero público y en quien debes centrarte. Ten en cuenta que no sabe lo que tú sabes. Habla como lo harías con alguien fuera de tu sector. Con un lenguaje llano y directo. -
No te extiendas en tus respuestas.
Si das respuestas largas y confusas, el entrevistador te cortará para reconducir la entrevista hacia donde le interesa y para que la audiencia no se pierda. Cuando eso ocurre quedas como poco preparado. Contesta con frases breves, claras y que transmitan ideas completas. -
No pierdas los estribos.
Está claro que a veces algunas preguntas pueden resultar incómodas, incluso irritantes para ti. O a veces el estilo del entrevistador puede parecerte irrespetuoso. Si te enojas o polemizas, pierdes. Las salidas de tono se vuelven la noticia y rara vez en buen sentido.
- No inventes ni adivines.
Si no sabes una pregunta es mejor admitirlo con honestidad, que empezar a conjeturar o, peor aún, inventar cosas. Si no es posible responder por alguna razón, busca una forma elegante de decirlo. No te quedes en un simple “sin comentarios”. Parecerá que ocultas algo.
- No fuerces tus mensajes.
Posicionar ideas es tu misión, sí. Pero repetir como robot lo mismo una y otra vez, irrita más que convence. No solo al entrevistador, sino también a la audiencia.
PENSAMIENTOS FINALES
Las entrevistas son una gran oportunidad para mostrar lo mejor de ti, de tu marca o de tu organización. Una buena entrevista suma puntos valiosos. Pero una mal manejada, puede abrir heridas que tardan en cerrar.
Tómatelas en serio. Una buena preparación y una estrategia clara, marcarán la diferencia. La diferencia entre el éxito o el fracaso.
Y muy importante. Con pensar en qué responder no basta. El delivery de una entrevista no se improvisa, se entrena. Ese entrenamiento (mejor si es supervisado) te da seguridad, claridad y control.
Y eso, cuando el foco está sobre ti, con la consiguiente carga emocional y estrés, vale oro.
¿Te interesa prepararte para una entrevista y no quieres dejar nada al azar? Contacta conmigo.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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