Qué es la figura retórica del apóstrofe y cómo emplearla
Hace unas semanas atrás, Sofía, una profesional de salud de Andalucía, contactó conmigo para que la acompañe en la preparación de un discurso de agradecimiento.
La ocasión: una ceremonia en la que una asociación de mujeres de su localidad le concedía un reconocimiento por su trayectoria profesional.
En el guión que trabajamos juntos, Sofía dedicó unas frases a recordar a sus padres, ya fallecidos. Llegado el momento en el discurso, se dirigió retóricamente a los padres ausentes, de la siguiente manera:
“Papá, Mamá, sé que me acompañáis desde el cielo. Gracias por todo lo que hicisteis por mí. Este premio es también vuestro.”
¿Potente verdad?
Este efecto dramático se debe al uso del apóstrofe, un recurso retórico que produce un poderoso impacto emotivo.
Pero, ¿qué es exactamente el apóstrofe y cómo se utiliza?
Es lo que descubrirás en los siguientes tres minutos de lectura. Vamos a ello.
QUE ES EL APÓSTROFE
La figura retórica del apóstrofe consiste en un diálogo ficticio, dentro del propio discurso, en el que te diriges a una persona ausente, como si estuviese presente y pudiese escucharte, por lo general en un tono vehemente, apasionado o emotivo.
De ahí el origen de su nombre, que proviene del griego apostrophos, que significa “apartarse”. Esto hace referencia a cuando el escritor o hablante se desvía de su audiencia presente, para dirigirse a una persona ausente.
Ojo, no confundir con apóstrofo, el signo de puntuación.
También puedes encontrar apóstrofes en poesía, literatura, teatro y en letras de la música popular, sobre todo en la variante de apóstrofe en la que el hablante se dirige, no ya a una persona, sino a un objeto o una idea abstracta, en cuyo caso también se da lo que se conoce como personificación.
EJEMPLOS DE USO DEL APÓSTROFE EN ORATORIA
Un otro ejemplo muy interesante de su uso en oratoria, esta vez por parte de una figura mundial, es el comunicado que dio el Rey Carlos III del Reino Unido, con motivo de la muerte de su madre la Reina Isabel. De hecho, en discursos funerarios se suele utilizar muy a menudo el apóstrofe.
En un momento del discurso le habla directamente a su madre Isabel, de una manera conmovedora.
Puedes ver todo el discurso en el video que he incrustado al pie del artículo y el uso específico de esta figura retórica en el minuto 8:27.
Si quieres leer un análisis más detallado de este interesante discurso, puedes ir a mi post de estudio de este discurso.
USOS DE LA FIGURA RETÓRCIA DEL APÓSTROFE
Puedes utilizar esta figura retórica para:
- Intensificar el tono emocional de un discurso, como en situaciones de súplica, desesperación, admiración, o en momentos de gran pasión. Al dirigirse a algo o alguien ausente, se da una mayor carga emocional al mensaje.
- Resaltar la conexión profunda entre el hablante y el destinatario de la apelación.
- Hacer que el discurso se sienta más personal e inmediato.
- Dar vida a conceptos abstractos (como la muerte, el amor, el tiempo) o a elementos naturales (como la luna, el viento) para que sean tratados como si tuvieran capacidad de interacción.
En resumen, el apóstrofe es una figura retórica que añade dramatismo y emotividad a tu discurso.
En el caso del discurso de Sofía, aportó a que su discurso fuese más emotivo y memorable y quedase por siempre registrado en la mente y corazones de la audiencia.
!Gracias, Sofía por confiar en mí para ayudarte a lograrlo!
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Este post forma parte de una serie dedicada a descubrir qué son las figuras retóricas y su uso en la oratoria. Para descubrir más usos de la Retórica pincha en el anterior enlace.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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