La paralipsis o el arte retórico de insinuar sin afirmar

La paralipsis es una de mis figuras retóricas favoritas. Y es que es un recurso sutil pero contundente, elegante pero artero, educado pero pendenciero.

De uso predilecto por parte de los políticos de ayer, hoy y siempre, también la encuentras en todo tipo de comunicaciones, incluyendo las conversaciones coloquiales y cotidianas, como veremos un poco más adelante.

Y si quieres llegar a un nivel celestial como orador, no puedes prescindir de ella. Así que manos a la obra.

QUÉ ES LA PARALIPSIS

La paralipsis es una figura retórica que consiste en decir que no vas a mencionar un tema, para llamar la atención sobre él mismo.

¿Cómo…? Así mismo. Aparentas rechazar referirte a algo, pero en realidad tu intención es dirigir la atención de tu interlocutor o audiencia hacia aquello que supuestamente dices omitir.

De ahí precisamente el nombre de esta estrategia retórica, que en griego antiguo significa “dejar de lado”. Otros nombres con los que se conoce la paralipsis: apófasis, praeteritio, preterición o pretermisión.

Veamos algunos ejemplos concretos, de ir por casa, para que quede más claro.

“Juan es un excelente partido, inteligente, guapo, noble, sin mencionar que también posee un abultado patrimonio.”

“No quiero decir que dejes de ir a tu entrenamiento de fútbol, pero si tus calificaciones no mejoran, tendremos que hacer algo.”

“No corresponde recordar aquí el escándalo en que se vio envuelta Estivaliz, y no lo haré. Sólo digo que a la hora de elegir a una nueva directora de la empresa se deberían tomar en cuenta no solo  aptitudes sino también actitudes”. 

EJEMPLOS FAMOSOS DE PARALIPSIS

El personaje de Tony Stark de Iron Man 2 (2010) apela reiteradamente a la paralipsis:
“No digo que sea responsable de la racha de paz ininterrumpida más larga de este país en treinta y cinco años. No digo que de las cenizas del cautiverio nunca una metáfora del fénix haya estado más personificada. ¡No estoy diciendo que el Tío Sam pueda recostarse en una silla de jardín, tomando un té helado, porque no he conocido a ningún hombre lo suficientemente fuerte como para enfrentarse cara a cara conmigo en mi mejor día!

Otro ejemplo, que ya se ha hecho clásico, viene del presidente Donald Trump quien en su día twitteo, de la siguiente manera, refiriéndose al líder máximo de Corea del Norte:
“¿Por qué Kim Jong-un me insultaría llamándome “viejo” cuando yo NUNCA lo llamaría “bajo y gordo”?

De hecho la paralipsis es una de las señas de identidad del estilo y retórica de Trump.

USOS DE LA PARALIPSIS

El principal propósito del empleo de la paralipsis es enfatizar una idea pretendiendo ignorarla o pasarla por alto.

En particular se puede utilizar para:

• Sugerir o insinuar algo de manera sutil.
• Mostrar supuesta consideración y respeto.
• Acusar sin asumir plena responsabilidad por lo que se dice.
• Generar un efecto humorístico.
• Generar conexión o complicidad con la audiencia.

IDEAS FINALES

No pretendo decirte lo que hacer, pero todo gran orador debería saber utilizar la paralipsis. Y si buscas llegar a serlo, toma en cuenta lo que acabas de leer, porque puede serte de extrema utilidad. Dicho está.

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Este post forma parte de una serie de artículos sobre qué son las figuras retóricas y su uso en la oratoria. Para descubrir más estrategias retóricas pincha en el anterior enlace.