La ironía retórica y cómo usarla en tu oratoria
La figura retórica de la ironía consiste en afirmar lo contrario de lo que quieres dar a entender. Es decir que existe una relación de oposición y discrepancia entre lo que dices literalmente y lo que realmente quieres expresar.
Es un recurso habitual para llamar la atención sobre algo, mostrando molestia, decepción y sorpresa, pero sin decirlo de manera directa.
Pongo un ejemplo de ir por casa, para que quede más claro.
Imagina que has planificado un fin de semana romántico en la playa con tu pareja para celebrar tu aniversario. Lo vienes organizando hace tiempo. Llegan al destino con toda ilusión y entonces… ! empieza a caer el diluvio universal acompañado de truenos y relámpagos! Observas que aquello tiene poca pinta de mejorar y comentas, entre decepcionado y molesto: “sin duda es el mejor fin de semana para venir a la playa”.
Claramente, por el contexto, la intención de quien habla es dar a entender lo contrario de lo que literalmente dice. Y he aquí una característica de la ironía: está fuertemente relacionada con el contexto, que es clave para poder interpretar la real intención de quien comunica.
Como ya te habrás dado cuenta, quien más quien menos utilizamos ironías en nuestro día a día, en conversaciones y comunicaciones de distinto tipo.
El ejemplo por excelencia del uso cotidiano de la ironía es el muy clásico: “qué bonito…”
También se utilizan ironías en presentaciones y sobre todo discursos, que es lo que nos interesa específicamente, con lo cual vale la pena aprender su uso.
Así que allí vamos.
USOS DE LA IRONÍA EN LA ORATORIA
Siempre que utilizamos la ironía, llamamos la atención del interlocutor o audiencia sobre el objeto de la ironía, ya que la discrepancia entre lo que dices y lo que quieres dar a entender resulta llamativa.
Esto añade interés a la comunicación y hace que tu audiencia centre su atención en desentrañar el real significado de lo que quieres decir.
Adicionalmente, puedes utilizar la ironía con diversos objetivos:
- Mostrar la decepción ante algo que ocurre y no cumple una expectativa. Es el caso del ejemplo del paseo por la playa.
- Llamar la atención sobre una situación contradictoria. Al decir una cosa y querer decir lo contrario, llamamos la atención sobre las contradicciones y absurdos del mundo que nos rodea.
- Burla o escarnio.- En este caso utilizamos el tipo de ironía conocida como sarcasmo, que explico más adelante. Es muy propio de los discursos políticos y puede adoptar la forma de humor, burla leve o crítica dura hacia sus oponentes, muy en particular en “la alabanza sarcástica”.
- Introducir humor en la comunicación, sobre todo cuando hacemos una crítica o burla de nosotros mismos.
Muchas veces se confunden ironía y sarcasmo, pero no son exactamente lo mismo.
El sarcasmo es un comentario irónico, cuyo objeto es una persona.
La ironía es amplia, abarca ideas, declaraciones y eventos, en tanto que el sarcasmo tiene un uso limitado a señalar irónicamente los defectos de alguien.
El sarcasmo es, a menudo, insultante, hiriente o despectivo. Incluso si ambas partes entienden que es una simple broma. (El sarcasmo proviene del griego y significa “cortar carne”).
Se trata pues, de un recurso de ataque personal lanzado con la finalidad de insultar, criticar o hacerse la burla. En lugar de criticar directamente, lo haces de manera indirecta, encubierta, disimulada.
RIESGOS DEL USO DE LA IRONÍA
La ironía debe usarse con cuidado. ¿Por qué?
Porque si el público carece de la información necesaria para interpretar la ironía, o si sus valores y visión del mundo son distintos a los tuyos, pueden tomar tus palabras en su sentido literal y no con el sentido opuesto con el que pretendiste decirlas.
Y entonces se generan efectos inesperados e indeseados.
Por eso debes ser cuidadoso con el uso de la ironía, sobre todo en contextos interculturales o ante audiencias a quienes apenas conoces.
De igual manera debes tener cuidado en el uso del sarcasmo, porque puede hacerte parecer como agresivo, irrespetuoso o grosero.
En la obra Julio César de Shakespeare, César acaba de ser asesinado por una banda de conspiradores que incluye a su aliado, Bruto. Bruto hace un llamamiento al pueblo de Roma para justificar el asesinato, diciendo que sus compinches, de hecho, estaban protegiendo a Roma de las ambiciones de César.
Bruto se gana brevemente el apoyo de la multitud hasta que el amigo cercano de César, el general Marco Antonio, se levanta para pronunciar su famoso discurso “Amigos, romanos, compatriotas”, en el que ataca a Bruto para desacreditar sus palabras.
“Ahora, con permiso de Bruto y los demás, porque Bruto es un hombre honorable, y honorables son todos aquellos, todos, vengo a hablar en el funeral de César.
Amigo mío era, leal, justo para mí, pero Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honorable. Muchos cautivos trajo a Roma y con sus rescates llenó las arcas públicas. ¿Pareció esto ambicioso en César?
Las lágrimas de los pobres hacían llorar a César, y la ambición debería ser de índole más dura. Sin embargo, Bruto dice que era ambicioso, y Bruto es un hombre honorable. Todos habéis visto cómo en las fiesta lupercaliale presenté tres veces una corona real, y cómo César la rechazó tres veces. ¿Era esto ambición?
Sin embargo, Bruto dice que era ambicioso, y por cierto que él es un hombre honorable. No hablo para reprobar lo que habló Bruto, pero estoy aquí para decir lo que sé.”
En su discurso, Marco Antonio llama repetidamente a los conspiradores “hombres honorables”, cuya ironía no pasa desapercibida para la multitud. Destaca la justificación de Bruto de que César era “ambicioso” y destaca cuán débil era esta razón para matar a un hombre. ¿Pero quiénes somos nosotros para discutir con Bruto? Después de todo, es un “hombre honorable”. Las implicaciones irónicas de Marco Antonio son suficientes para cambiar el rumbo del apoyo.
CONCLUSIONES USO DE LA IRONÍA
El uso de la ironía te permite expresarte de una manera diferente usando palabras no sólo en su sentido más obvio sino también de una manera creativa.
En ese sentido añade un elemento de amenidad a tus palabras.
Por otra parte la ironía te proporciona la libertad de exagerar o subestimar los hechos, así como de ser sarcástico, sardónico o cínico, sin hacerte totalmente responsable de lo que dices, ya que es difícil determinar cuál es el significado opuesto exacto de tus palabras y cuáles son tus verdaderas intenciones.
No olvides que es un recurso potente, pero que conviene usarse con cuidado para evitar, como señalo en el punto de riesgos de usar la ironía, obtener una respuesta distinta de la esperada de tu audiencia.
Y finalmente, asegúrate de que cuando dices una ironía la acompañas con la comunicación no verbal adecuada, sobre todo en la voz que juega un rol importante en la decodificación de la ironía, de ahí el famoso “tono irónico”.
……….
Este post forma parte de una serie de artículos sobre las figuras retóricas y su uso en la oratoria. Para descubrir más figuras pincha en el anterior enlace.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
Si quieres conocer más técnicas y trucos de comunicación descubre el programa gratuito de las 24 Claves para Comunicar en Público.
Otros posts que pueden interesarte
Cómo diseñar diapositivas de Power Point profesionales
- febrero 12, 2025
- por JuanCarlos
- en Comunicación no verbal

Cómo evitar que te interrumpan cuando tomas la palabra
