La importancia de la comunicación no verbal cuando hablas en público
La comunicación no verbal es uno de los factores críticos para el éxito de cualquier presentación en público.
Tu postura, expresiones faciales, gesticulación y tono de voz pueden influir de manera decisiva en los niveles de atención, comprensión y conexión con tu audiencia.
Y aunque esto que digo quizá parezca una obviedad para algunos, mi experiencia como coach de comunicación me ha demostrado, una y mil veces, que la mayoría de los profesionales le prestan mucha atención a preparar las palabras que van a decir, y casi ninguna a cómo las van a decir.
Y esto es un error que se paga caro.
Bien, ¿entonces qué puedes hacer para mejorar tu comunicación no verbal cuando hablas en público?
Te voy a dar 5 consejos muy útiles y prácticos. Pero antes déjame explicarte unos conceptos básicos que es importante queden claros.
QUÉ ES LA COMUNICACIÓN NO VERBAL
La comunicación no verbal está presente en toda interacción humana. En nuestro caso nos interesa la comunicación no verbal específicamente aplicada a la comunicación en público.
Cuando hablamos en público, una parte de lo que comunicamos depende de las palabras que usamos, es decir que es verbal.
Otra parte de nuestra comunicación se produce sin que medien palabras, a través de otras señales como, por ejemplo, expresiones faciales, gesticulación, tono de la voz, etc. Puesto que no depende de las palabras, se la llama comunicación no verbal (en adelante CNV) .
Según diversos estudios, incluído el del famoso Dr Mehrabian, la comunicación no verbal es determinante en la interpretación de la audiencia del conjunto de la comunicación.
Por tanto, para poder obtener los mejores resultados de nuestras comunicaciones en público debemos trabajar ambas dimensiones, la verbal y la no verbal.
Ahora bien, es importante tener claro lo siguiente. Si bien estamos hablando de dos dimensiones de la comunicación, desde un punto de vista de la percepción de la audiencia, la comunicación es una sola. Se percibe como un único fenómeno.
Nadie valora una presentación en términos de “que buen mensaje, pero falló la comunicación no verbal”, o “sin duda unas ideas interesantes, pero me faltó más contacto visual” , o “vaya basura de contenido, pero qué gran tono de voz”.
Nop. Los juicios de las personas suelen ser sobre el global de la comunicación.
Entonces, ¿por qué nos empeñamos en dividir la comunicación en partes?
Básicamente es una estrategia que nos ayuda a analizar y estudiar la comunicación de una manera ordenada y, lo más importante, a trabajarla y mejorarla de manera gradual y por partes.
LA IMPORTANCIA DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL AL HABLAR EN PÚBLICO
A la hora de hablar en público la comunicación no verbal es importante para:
- lograr una entrega (delivery) dinámica que mantenga la atención de la audiencia.
- reforzar el significado de lo que dices y facilitar la comprensión.
- trabajar un storytelling eficaz que enganche al público.
- transmitir emociones y conectar con el público.
- generar confianza y credibilidad.
Me voy a detener un poco en este último punto, porque es especialmente crítico para el éxito de cualquier orador. Presta atención.
Piensa que cuando comunicas en público, continuamente estás emitiendo señales sin que medien palabras, seas o no consciente de ello. Todos tus comportamientos no verbales envían señales. Incluso cuando estás en silencio, sigues comunicando de forma no verbal.
Y la audiencia está interpretando todo el tiempo estas señales. ¿Por qué? Por una cuestión tan humana como interesante.
Puesto que el lenguaje corporal suele ser natural e inconsciente, expone las verdaderas emociones de las personas. Por eso, los seres humanos hemos desarrollado una habilidad innata de monitorear estas señales en los demás. Y lo hacemos de manera automática, sin que medie una reflexión consciente.
Todo el tiempo escaneamos información en el medio y en otros seres humanos para actuar en consecuencia. Y de hecho, le solemos dar más credibilidad a las señales no verbales, que a las verbales, porque sabemos que son más difíciles de falsear. Es un mecanismo de supervivencia.
También ocurre cuando vemos a alguien hablar en público.
Por eso si las señales que emite el orador no verbalmente son las adecuadas generará confianza y afianzará su credibilidad. Si no lo son, ocurrirá lo contrario. Generará confusión, desconfianza y socavará su mensaje. Mal panorama.
COMPONENTES DE LA COMUNICACIÓN NO VERBAL
A la hora de trabajar tu comunicación no verbal debes tener en cuenta los siguientes elementos.
Expresiones Faciales.- Nuestro rostro es responsable de una gran parte de la comunicación no verbal. Piensa en toda la información que transmite una sonrisa, un ceño fruncido o una cara somnolienta. Además las expresiones faciales son el termómetro más claro de las emociones que sentimos. El rostro es capaz de comunicar, sin palabras, alegría, sorpresa, tristeza, miedo, ira, asco y desprecio.
Contacto visual.- Los ojos desempeñan un papel en la comunicación no verbal. Pueden indicar una variedad de emociones, incluidas hostilidad, interés y atracción. Los ojos furtivos y la incapacidad de mantener el contacto visual, por otro lado, con frecuencia se consideran un indicador de que alguien está mintiendo o engañando. El contacto visual normal y constante a menudo se considera una señal de que una persona está diciendo la verdad y es digna de confianza. De ahí que el contacto visual sea clave a la hora de hablar en público.
Gesticulación.- Las manos tienen un poder comunicacional tremendo, al punto incluso de que existe un lenguaje de señas que depende de las manos. En oratoria las manos son instrumentos importantísimos para comunicar no verbalmente, porque es uno de los elementos sobre los que podemos ejercer mayor control consciente. A través de la gesticulación modulamos o matizamos el significado de las palabras, también podemos utilizarlas para señalar, enfatizar, ilustrar y mucho más.
Uso de la voz.- Cuando hablas, las personas “leen” tu voz, además de escuchar tus palabras. El tono de tu voz puede comunicar información que modula el significado de lo que dices y, muy importante, sobre tu estado anímico y emociones como comunicador. Elementos de la voz como el volumen, el tono, la inflexión o el ritmo, pueden afectar de una manera dramática la interpretación de tu mensaje y la percepción de la audiencia de tu autoridad y credibilidad.
Postura y movimiento.- La postura y el movimiento corporal también pueden proporcionar una gran cantidad de información. Por ejemplo, a la hora de comunicar en público una postura abierta invita a la audiencia a tener una disposición abierta hacia el orador, en tanto que una cerrada genera rechazo. Por otra parte, movimientos repetitivos pueden afectar negativamente en la atención del mensaje y la credibilidad del orador, en tanto que movimientos con propósito pueden facilitar la comprensión.
Apariencia física.- La vestimenta, accesorios y otros factores de apariencia también se consideran un medio de comunicación no verbal. Sólo piensa en todos los juicios sutiles que rápidamente haces sobre alguien basándote sólo en su apariencia. Un orador con una apariencia descuidada obtendrá un tipo de respuesta distinta del público que alguien que se presenta con una apariencia física cuidada y adecuada a la situación. Recuerda que las primeras impresiones también influyen en la eficacia de la comunicación.
CÓMO MEJORAR TU COMUNICACIÓN NO VERBAL AL HABLAR EN PÚBLICO
¿Quieres llevar tu comunicación no verbal al siguiente nivel? Sigue los siguientes cinco consejos.
1. Toma conciencia de tu comunicación no verbal.
Prestar atención a tu comunicación y ser consciente de lo que haces cuando comunicas es el primer paso para mejorar. Puedes pedir feedback a los demás cuando comunicas en público y trabajar sobre esas opiniones. También es muy efectivo grabar tus presentaciones para analizarlas después. Aquí contar con un coaching profesional de oratoria puede ser decisivo y marcar la diferencia entre avanzar a paso de tortuga o ir como un jet.
2. Suprime malos hábitos que afectan negativamente tu comunicación no verbal.
Una vez hayas identificado tus puntos fuertes y débiles toca trabajar en ellos. Lo primero que te conviene hacer es trabajar sobre esos malos hábitos que están afectando negativamente tu capacidad para comunicar.
¿Mueves las manos como una hélice humana? Practica a quedarte con las manos quietas. ¿Te balanceas de un lado a otro como péndulo de reloj cucú? Practica a quedarte quieto en un solo lugar. ¿Que tu presentación es una retahíla de muletillas? Introduce silencios para quitar las muletillas al hablar.
3. Busca la congruencia de la comunicación verbal y la no verbal.
La congruencia de la comunicación verbal y la no verbal es clave. Piénsalo. Si en tu presentación afirmas “voy a presentarles un proyecto apasionante” y lo dices con desgano, la gente se preguntará si realmente sientes lo que dices.
Si tus palabras no coinciden con las señales no verbales, pueden generar confusión y desconfianza. Por eso una de las claves de una comunicación eficaz es el alineamiento de la comunicación verbal y la comunicación no verbal. Para que eso ocurra la audiencia debe percibir la comunicación como un todo coherente. Tus señales no verbales deben ser congruentes con tus señales verbales.
4. Refuerza significados con tu comunicación no verbal.
Utiliza la comunicación no verbal para reforzar y amplificar el significado de tus palabras. Por ejemplo, si durante una presentación si dices “debemos mejorar el conjunto de la operación”, cuando digas operación puedes acompañarlo haciendo con tus manos el gesto de un círculo. Esto reforzará el significado de la idea. A través de tu comunicación no verbal puedes representar, ilustrar o enfatizar y dramatizar.
5. Modela la comunicación no verbal de los mejores.
Puedes observar las presentaciones o discursos de personas que te parezcan referentes de comunicación. ¿Qué dicen sus expresiones faciales? ¿Qué tipo de gestos utilizan? ¿Cómo hablan? Expande tus habilidades de comunicación no verbal modelándolos y utilizando recursos similares en tus propias comunicaciones en público.
CONCLUSIÓN
Controlar qué decimos, es mucho más sencillo que controlar cómo lo decimos. Y es que gran parte de la comunicación no verbal ocurre sin que seamos conscientes de ella.
Pero no es menos cierto que como presentadores podemos trabajar para alinear ambos tipos de comunicación en la mayor medida posible y lograr una comunicación más efectiva.
Si realmente quieres mejorar sus habilidades de comunicar en público, es una tarea que simplemente no puedes ignorar. Tu comunicación no verbal es determinante para el éxito de cualquier presentación en público o discurso.
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Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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