10 técnicas para comunicar autenticidad cuando hablas en público
¿Alguna vez te tocó ver a alguien hablar en público y pensar que sonaba poco auténtico, impostado o que directamente mentía? ¿Qué impresión te dejó? ¿Continuaste escuchándolo?
Todos hemos presenciado alguna vez al político de turno contando medias verdades, al CEO con cara de póker que anunciaba despidos usando palabras empáticas, o al típico vendehumos que recita de memoria en Redes Sociales tener la fórmula mágica para ganar 20.000 euros al mes vendiendo perchas online.
Si quien comunica te parece falso, inmediatamente desconfías, desconectas y te cierras a escucharlo. La comunicación fracasa.
Por otra parte, cuando alguien nos parece auténtico, es decir que comunica con honestidad, sinceridad, dice lo que verdaderamente cree y cree verdaderamente en lo que dice, es mucho más probable que seamos receptivos a su mensaje.
La autenticidad es pues un atributo deseable para cualquier persona que comunica en público y puede influir de una manera determinante en el éxito o fracaso de la comunicación.
La pregunta del millón que surge es: ¿se puede trabajar la autenticidad cuando comunicas en público? Mi respuesta como experto en oratoria es un rotundo sí.
Sigue leyendo para saber cómo.
AUTENTICIDAD CUANDO HABLAS EN PÚBLICO: ¿CUALIDAD O PERCEPCIÓN?
En una ocasión escuché a alguien decir que ser auténtico es una de esas cosas que cuanto más te esfuerzas por lograrlas, menos te salen. Y entiendo el punto. Pero cuando hablas en público, no aplica necesariamente. Te lo explico.
Para poder entender la aparente paradoja de que puedas influir voluntariamente sobre tu autenticidad, primero necesito explicarte cómo entiendo yo la autenticidad en lo que refiere a comunicar en público.
Una persona comunica con autenticidad cuando lo que es, lo que piensa, lo que dice y el cómo lo dice, están alineados.
Ser auténtico es por tanto un atributo o cualidad de un orador, que expresa coherencia entre su ser y su comunicación. Un atributo que se actualiza en cada presentación o discurso.
Ahora bien, desde la perspectiva de la comunicación tan importante como la cualidad del orador, es la percepción de esa cualidad por parte de la audiencia. ¿Por qué?
Porque la autenticidad es una cualidad objetiva del comunicador -cierto-, pero que se percibe subjetivamente por los miembros de la audiencia.
Y, la verdad sea dicha, si hablamos de eficacia lo que logras transmitir efectivamente al público, eso es lo que cuenta.
En este sentido, tan importante como ser auténtico, es también parecerlo. Y existen maneras de impactar en esa percepción.
10 ESTRATEGIAS PARA INFLUIR POSITIVAMENTE EN LA PERCEPCIÓN DE AUTENTICIDAD
Después de haber visto, analizado y asesorado cientos de presentaciones y discursos, he llegado a la conclusión de que las siguientes 10 estrategias son claves para influir en la percepción de autenticidad en una comunicación.
1.Ten claros tu mensaje y tu objetivo. La falta de claridad en los mensajes que comunicas, el desorden en la argumentación y el no explicitar tus objetivos e intenciones, pueden generar confusión y desconfianza en la audiencia. Piensa bien en tu estrategia de comunicación y pon orden en tus ideas antes de compartirlas. La autenticidad implica transparencia y la transparencia implica claridad.
2. Sé fluido cuando comuniques. Uno de los requisitos para aparecer como auténtico es la fluidez en la comunicación. Y en una comunicación en público sólo es posible ser fluido y articulado cuando has preparado debidamente tus contenidos y ensayado la presentación. Si en lugar de comunicar con fluidez, lo haces titubeando y a trompicones, la audiencia no te verá como auténtico, sino como improvisado y mal preparado. Como bien dijo Benjamín Franklin: fallar en prepararte es prepararte para fallar.
3. Transmite entusiasmo y convicción. Un comunicador que no se ve convencido de lo que dice, o que parece que está delante del público por obligación, nunca será considerado auténtico. Sólo quien cree en lo que dice y así lo demuestra en su entrega del contenido, puede serlo. Mucha razón tenía Barack Obama cuando en uno de sus discursos decía que “la convicción es poder”.
4. Comunica con tu propio estilo. Comunicar con autenticidad no implica ser perfecto cuando comunicas. De hecho, es más probable que el público simpatice y conecte con un presentador con personalidad y estilo propios, aunque no comunique “a la perfección”, que con alguien “super profesional”, pero que percibe como impostado y poco auténtico. Cuando comuniques en público no trates de ser alguien más. Un orador auténtico tiene una voz personal y la utiliza sin complejos. Puedes ver un ejemplo muy interesante en la entrevista al suizo Jean Biver.
5. Muestra tus emociones. Muchos oradores piensan que una comunicación debe ser únicamente racional, sobre todo tratándose de presentaciones corporativas. Es un error. Los seres humanos somos criaturas racionales, pero también emocionales. Y nadie va a tapar el sol con un dedo. Esto es algo que los primeros retóricos tenían muy claro cuando acuñaron la famosa fórmula persuasiva del logos, pathos y ethos. Mostrar emociones expresa tu humanidad y te ayuda a conectar con los demás a un nivel emocional. No temas mostrar emociones.
6. Personaliza tus contenidos. Los seres humanos somos todos distintos, aunque la cultura contemporánea se empeñe en crear un gran rebaño de borregos. Una comunicación auténtica traslada la individualidad del comunicador. Esa individualidad se puede comunicar a través de distintos elementos como el aspecto físico, historias personales, el uso de imágenes propias o la manifestación de puntos de vista personales, entre otros. Hoy en día toda la información objetiva del mundo está disponible online, pero tus experiencias y conocimientos individuales, esos son únicos y solo tú puedes comunicarlos.
7. Sé coherente en tu comunicación verbal y no verbal. Cuando alguien intenta fingir ser quien no es, o dice algo en lo que no cree en realidad, eso se nota en cambios en su comunicación no verbal. Y los seres humanos, tu audiencia, somos muy buenos detectando esos pequeños matices no verbales que revelan la falta de autenticidad. El problema es que cuando comunicamos en público, a veces por otras razones, como por ejemplo, nervios al hablar en público, nuestras palabras no coinciden con nuestras señales no verbales. Esta falta de coherencia puede generar confusión y desconfianza. Asegúrate de que lo que dices y cómo lo dices están alineados.
8. Estar presente de cuerpo y mente. Yo siempre digo que para comunicar con éxito no hace falta ser perfecto, pero sí hace falta estar presente. Estar presente quiere decir que estás 100% en el acto de comunicar y atento a la audiencia. Si la audiencia te percibe como que estás ensimismado, desconecta. Ojo con lo siguiente: un asesino de presencia son las presentaciones en público convertidas en pases de diapositivas de Power Point, en las que el orador se la pasa mirando la pantalla en lugar de al público.
9. Sé original en tus contenidos. La originalidad supone dar un paso extra en la personalización de contenidos. Es la búsqueda deliberada de la diferenciación a través de la creatividad. Por ejemplo, una manera muy eficaz de diferenciarte es a través del diseño de tus mensajes y en el uso del lenguaje, típicamente a través de figuras retóricas de uso en oratoria. Por el contrario, el uso de clichés restan personalidad y autenticidad a tu comunicación.
10. Acepta y comunica tu humanidad. Las personas tenemos nuestras luces y sombras, fortalezas y debilidades, victorias y derrotas. El yin y el yan de ser humano. No obstante, de cara a galería solemos mostrar nuestra cara más exitosa y atractiva. Sólo hace falta darse una vuelta por los perfiles de las Redes Sociales; parece que en el mundo no existen fracasos, penas ni sufrimiento.
Pero eso no se lo cree nadie. Por eso, si cuando comunicas en público además de mostrar tu lado fuerte y exitoso, expones también tu lado más humano y vulnerable conectarás con la audiencia. Porque muestras que eres una persona como cualquiera de la audiencia, no un super-humano salido de un mundo imaginario de arrogancia y egolatría.
CONCLUSIÓN
A las personas nos gusta rodearnos de personas auténticas; personas honestas y coherentes que no intentan ser alguien o algo que no son; personas que dicen lo que creen y creen en lo que dicen.
Confiamos en ellas, porque actúan en base a cómo realmente piensan y sienten, por tanto son predecibles y esa predecibilidad genera confianza.
Lo mismo ocurre en las comunicaciones en público. Nos simpatizan aquellos comunicadores que percibimos como auténticos. Estamos más dispuestos a confiar en ellos. Por otra parte, de una manera casi visceral nos repelen aquellos oradores que intuimos como artificiales, poco auténticos o falsos. Y en consecuencia, desconfiamos de ellos y dejamos de prestarles atención.
Por eso –además de ser lo éticamente correcto– también es más efectivo comunicar con honestidad y sinceridad, porque eso transmite autenticidad.
Y si a eso le añades las estrategias que te acabo de explicar, tendrás pavimentado el camino hacia una comunicación auténtica.
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Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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