Análisis de la oratoria y retórica de Donald Trump
Donald Trump es, sin duda, una de las figuras más controvertidas y polarizantes en la política mundial del siglo XXI. Desata auténticas pasiones: o lo amas o lo detestas.
Más allá de su polémica personalidad, estilo fogoso, y (des)apego a la verdad, Trump es, a pesar del prejuicio de muchos, sobre todo en Europa, un gran comunicador, que es lo que nos interesa en este Blog sobre hablar en público.
Se trata, sin lugar a dudas, de un político elocuente que entiende y administra con agilidad diversas herramientas retóricas. Sabe muy bien cómo llamar la atención de la audiencia, influir emocionalmente en su público y comunicar sus mensajes con eficacia.
La prueba indiscutible de ello, es que con sus palabras ha movilizado, inspirado y convencido a la mayoría del electorado norteamericano para que lo elijan presidente de su país, no en una, sino en dos ocasiones.
¿Cómo lo hizo? En parte gracias a su maestría retórica.
Y en este post, precisamente, revisaremos brevemente la retórica de Trump. Más en concreto cómo utiliza ciertas figuras retóricas, que hacen parte de su peculiar estilo.
Este ejercicio te permitirá descubrir algunas de ellas y, por qué no, quizá inspirarte a aplicarlas en tus propios discursos y comunicaciones.
Va por delante que este no pretende ser un análisis académico. De estos existen muchos y muy buenos; desde la perspectiva lingüística, ciencia política, entre otros.
Este post es una simple revisión general a efectos informativos y pedagógicos. Ni más, ni menos. Y sin más preámbulos vamos allí.
LA RETÓRICA DE DONALD TRUMP
Cuando llegó a la política, Donald John Trump era ya un habilidoso y curtido comunicador. Tenía una amplia experiencia como vendedor y negociador en el mundo empresarial y, en especial, de su paso por la Televisión, como presentador del reality show el Aprendiz, durante 14 temporadas.
Quizá de allí le viene su estilo de showman y su gusto por el uso de figuras retóricas, que utiliza con profusión tanto en sus discursos y comparencias públicas de diverso tipo. De hecho el uso reiterado de estos recursos dota a su estilo de algunas de sus señas propias.
Ahora bien, ¿conoce el gran Donald los nombres griegos de las figuras que utiliza y sus definiciones? La verdad es que no lo sé. Tampoco es relevante. Lo importante del caso es que sabe utilizarlas con maestría, que es lo que verdaderamente cuenta para ser un gran orador.
A continuación revisamos cinco de las figuras retóricas que más a menudo utiliza, con ejemplos concretos.
EL LENGUAJE HIPÉRBÓLICO DE TRUMP
La hipérbole consiste en el uso de un discurso excesivo y exagerado. Y Trump ama la hipérbole. Como nadie. Sobre todo cuando se refiere a sus logros personales, tanto en lo personal, como en lo político.
Un claro ejemplo es el discurso que ofreció ante la Asamblea General de la ONU en 2018 en el que dijo:
“Hoy, me presento ante la Asamblea General de la ONU para compartir el extraordinario progreso que hemos logrado (en Estados Unidos). En menos de dos años, mi administración ha logrado más que casi cualquier administración en la historia de nuestro país.”
Claramente se trata de una afirmación excesiva, por dónde se mire, que por otra parte generó una respuesta digamos que peculiar de aquella audiencia. Puedes ver ese momento del discurso aquí.
¿Por qué recurre Trump tan a menudo a la hipérbole?
La respuesta la encontramos en el libro de su autoría “The Art of the Deal”, publicado en 1987, donde afirma:
“La clave de mi manera de promocionar es la valentía. Juego con las fantasías de la gente. Las personas no siempre piensan en grande, pero aun así pueden entusiasmarse mucho con quienes sí lo hacen. Por eso, una pequeña hipérbole nunca viene mal. La gente quiere creer que algo es lo más grande, lo más grandioso y lo más espectacular. Yo lo llamo hipérbole veraz. Es una forma inocente de exageración y una forma de promoción muy eficaz”.
Si el concepto de “hipérbole veraz” es o no un oxímoron, como afirman algunos detractores de Trump, lo dejaremos para otra ocasión. Igualmente, te invito a sacar tus propias conclusiones, leyendo mi post sobre qué es una hipérbole.
LAS INSINUACIONES DE TRUMP: LA PARALIPSIS
La paralipsis es una figura retórica que consiste en afirmar que pasarás por alto un tema, para precisamente, llamar la atención sobre el mismo. Es decir que llevas a la audiencia a centrar la atención precisamente en aquello que finges omitir o dejar de lado.
Trump utiliza a menudo la paralipsis, sobre todo cuando quiere atacar a alguien. Dice que no dirá nada negativo sobre un rival y lo hace de todos modos.
Por ejemplo, en 2015, durante la lucha por la candidatura republicana, Trump se refirió a su contendiente, el republicano Marc Rubio, en los siguientes términos:
“No lo llamaré peso ligero, porque creo que es un término despectivo. Así que no lo llamaré peso ligero. ¿Está bien con ustedes? Me niego a decir que sea un peso ligero”.
En otra ocasión, escribió el siguiente tweet en referencia al dictador de Corea del Norte:
“¿Por qué Kim Jong-un me insultaría llamándome “viejo” cuando yo NUNCA lo llamaría “bajo y gordo”? Oh, bueno, me esfuerzo mucho por ser su amigo, ¡y tal vez algún día eso suceda!”
Y un punto importante, del que siempre se ha acusado a Trump, desliga al orador de rendir cuenta directa de lo que dice, y asumir responsabilidad, porque no lo está afirmando directamente.
CÓMO DESVIAR DEL TEMA O LLEVAR EL AGUA A TU MOLINO: LA ANTANAGOGE
La antananoge, es una figura retórica en la que no se responde a la acusación de un adversario, sino que se refuta o contrarresta el ataque con una alegación contraria.
El objetivo es contrarrestar el comentario acusador de un adversario, o la connotación negativa de una observación, desviando la atención del punto negativo hacia otro punto, o como también se dice en comunicación política, reencuadrar la discusión.
Claramente se trata de una figura retórica muy manida en la política, también en la española, donde se conoce esta estrategia con el divertido nombre de “y tú…más”. Consiste básicamente en contestar a un cuestionamiento con una descalificación personal, sin entrar en el fondo del asunto. En tal caso, hablamos además de una falacia ad hominem.
Pero volvamos a Trump, que es lo que nos interesa aquí y ahora. De hecho es de los políticos que más la utiliza.
Un ejemplo muy claro se ve en la siguiente participación en una entrevista organizada por Bloomberg en octubre de 2024, cuando el entrevistador le sugiere que los impuestos a China tendrán un impacto tremendo en la economía, el responde: “Estoy de acuerdo, un impacto tremendo, un impacto positivo tremendo“. Puedes ver el momento en el minuto 9.40 en el siguiente video.
TRUMP Y LA FIJACIÓN DE IDEAS: LA REPETICIÓN RETÓRICA
Trump gusta de utilizar artificios de repetición retórica. La repetición sirve para enfatizar el punto que estamos señalando de manera que la audiencia presta más atención y lo hace memorable. De la misma manera transmite una fijación emocional del orador con el punto.
Algunos de los recursos de repetición retórica son la anáfora, epístrofe y epizeuxis.
Veamos los siguientes ejemplos.
Trump gusta de utilizar la epístrofe, que es la repetición al final de frases. En una entrevista televisiva en 2015 dijo:
“Tenemos que descubrir cuál es el problema”; y sí tenemos un problema, créanme”
‘En la misma entrevista de Bloomberg, durante la campaña presidencial 2024, Trump dijo: “China piensa que somos un país estúpido, un país muy estúpido”. Puedes verlo en el minuto 24 del video de la entrevista.
Y por cierto aquí utiliza, además, una metonimia, muy propia de su estilo, al hablar de China en general.
Otra estrategia que utiliza Trump a menudo es la de repetir machaconamente sobrenombres insultantes o burlescos que les pone a adversarios políticos u otras figuras públicas que se le oponen. Es el caso de “la corrupta Hillary” para Hillary Clinton, “el loco Bernie” para Bernie Sanders, ambos demócratas, o “Ted el mentiroso” para el republicano Ted Cruz, entre muchos otros más.
TRICOLON O LAS IDEAS DE A 3
El tricolon es una de las figuras retóricas más apreciadas por los políticos en sus discursos y no lo es menos en el caso de Donald Trump.
Podemos ver dos ejemplos de tricolon, casi uno tras otro en el discurso que dio al Congreso de los Estados Unidos en 2017:
“Un nuevo capítulo de la grandeza estadounidense está comenzando ahora. Un nuevo orgullo nacional se está extendiendo por toda nuestra nación. Y una nueva oleada de optimismo está poniendo sueños imposibles firmemente a nuestro alcance…
Todas las naciones del mundo, amigas o enemigas, descubrirán que Estados Unidos es fuerte, que Estados Unidos es orgulloso y que Estados Unidos es libre.”
Otro ejemplo muy interesante viene del discurso que ofreció con ocasión del 75 aniversario del día D del desembarco en Normandía. En esa ocasión, se refiere a los soldados que retornaron de la guerra en los siguientes términos:
“Construyeron familias, construyeron industrias, construyeron una cultura nacional que inspiró al mundo entero”.
IDEAS FINALES SOBRE LA ORATORIA DE TRUMP Y SU RETÓRICA
El estilo comunicacional de Donald Trump es único y controversial, de eso no cabe duda. Que es muy efectivo, tampoco.
Una parte importante de su estilo y personalidad comunicacional, alejado del decorum tradicionalmente asociado a la comunicación presidencial en los Estados Unidos, tiene que ver con el uso de las antedichas figuras retóricas, además de algunas características de su uso del lenguaje como son la simplicidad y la vaguedad.
Más allá de que guste menos o más, sin duda, podemos extraer interesantes lecciones y aprendizajes de Trump para incluir en nuestras comunicaciones y discursos.
¿Te gustaría saber cómo utilizar estas herramientas retóricas al estilo de Trump y de muchos otros comunicadores? Descubre mis servicios de coaching de hablar en público.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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