Cómo contestar en público a preguntas cuya respuesta no sabes
Uno de los momentos más desafiantes que te encuentras cuando comunicas en público se da cuando te lanzan una pregunta que no sabes cómo contestar.
Es una situación que pone a sudar incluso a los profesionales más experimentados. Puede sucederte en una presentación con ronda de preguntas, en una entrevista de trabajo, reuniones con clientes, con tu equipo, un panel de profesionales, o en cualquier contexto fluido en que pueden hacerte preguntas.
Lo cierto es que no saber la respuesta a una pregunta cuando estás en el centro de atención puede dejarte paralizado. Sobre todo si se supone que eres un experto en el tema del que estás hablando y se espera que tengas un sólido dominio del mismo.
Los segundos de silencio que siguen a continuación pueden parecer toda una vida. Muchas veces entramos en modo de pánico y buscamos una respuesta, la que sea.
En ese momento crítico, cuando tu mente está en blanco y lo último que quieres es quedar como alguien poco competente y perder credibilidad, puede surgir la tentación de improvisar una respuesta cualquiera, de la que luego puedes arrepentirte.
Por eso, saber gestionar la situación y responder a estas preguntas con serenidad y salir del paso airosamente es una habilidad valiosa cuando presentas en público, que vale la pena aprender.
Y sobre eso, precisamente trata este post: cómo responder a una pregunta cuya respuesta desconoces, sin morir en el intento.
!Vamos a ello!
PREPARAR LA RONDA DE PREGUNTAS Y RESPUESTAS
La primera medida que debes tomar para poder lidiar con preguntas complejas es, sin lugar a dudas, hacer una lista de posibles preguntas y preparar las respuestas de antemano.
De esta manera reduces el riesgo; anticipas preguntas complicadas y planificas tus respuestas.
Puedes inspirarte haciéndote las siguientes preguntas: ¿Qué es probable que pregunte la audiencia para profundizar su comprensión del tema? o también ¿qué preguntas pueden surgir de un competidor o adversario a quien le interesa hacerte sudar y desequilibrarte?
O incluso, si quieres ir un paso más allá puedes utilizar la IA para que te haga preguntas sobre el texto que has preparado.
Sin embargo, aunque hayas anticipado y preparado posibles preguntas, igualmente puede ocurrir que te hagan una pregunta para la que no tienes una respuesta clara.
¿Qué hacer entonces?
PREGUNTAS PARA LAS QUE NO TIENES RESPUESTAS CLARAS
Siempre conviene seguir una serie de pasos antes de contestar preguntas cuando presentas en público. Pero a veces no tienes una respuesta clara que dar.
En estos casos, lo primero que debe quedar claro es que debes evitar decir “no lo sé”, sin más. Eso afecta negativamente tu imagen. Busca siempre salidas que no impliquen quedar como alguien que no sabe de lo que tiene que saber y que le da igual.
En el caso de que no tengas una respuesta clara a la pregunta que te hacen puedes optar por las siguientes opciones:
- Reconocer que no sabes y comprometerte a saber. Nadie puede saber todo sobre un tema. Y es mejor admitir serenamente tu desconocimiento de un punto concreto, a que tu ignorancia quede groseramente de manifiesto por una respuesta que intentas, que no tiene nada que ver con la pregunta.
Puedes por ejemplo responder con un “Lo siento, ahora mismo no tengo la información para responder con exactitud a esa pregunta, pero puedo investigar y ofrecer una respuesta informada más adelante”. Si además añades la manera en que buscarás la información, la fuente o persona a la que recurrirás, mejor.
Otras salidas: “Es una muy buena pregunta. Voy a investigar ese punto”. “No tengo esa información a mano, pero te la haré llegar durante el día”.
Ojo con lo siguiente: este tipo de respuesta es sólo viable si no se toman decisiones de inmediato en función de esa comunicación y si no se supone que deberías saber esa respuesta en razón de tu cargo o responsabilidad. - Transicionar hacia algo que sí sabes. En este caso aunque no sepas la respuesta exacta, puedes redireccionar la respuesta hacia algo relacionado que sí sepas. Puedes decir, por ejemplo: ”no tengo la información para responder con exactitud, pero hasta dónde sé y entiendo, esto se debe resolver de x forma”.
Eso sí, ten cuidado de no hablar de cebollas cuando te han preguntado sobre patatas, sólo porque ambas son esféricas. - Pasar la pregunta a alguien más. Esta opción es especialmente útil en reuniones de equipo, en las que hay varias personas trabajando. Puede que como líder del proyecto no sepas los detalles, pero puedes pasarlo a alguien más de tu equipo. “Esa es una pregunta que fulanito de tal, que se hace cargo de tal cosa, puede responder.”
CONCLUSIÓN SOBRE PREGUNTAS QUE NO SABES CÓMO RESPONDER
Saber responder a preguntas complejas es una habilidad importante para cualquier profesional que comunica en público. Las preguntas, a diferencia del contenido que has preparado, escapa a tu control. Lo importante es que no pase de estar fuera de tu control a ser un descontrol.
Mantén la serenidad y contesta con aplomo. Salir de estos trances con elegancia siempre te da un plus, mostrando tu capacidad de gestión de lo inesperado e incluso, por qué no, tu ingenio.
Siempre recuerda que la respuesta en público tiene dos objetivos. Por una parte, responder con competencia a la pregunta, para resolver esa duda. Y la segunda resolver esa pregunta, de cara a galería, para mantener nuestra imagen, prestigio y credibilidad.
Lo importante del caso es que utilices esa oportunidad para dar una respuesta que recoge la información que consideras más importante o que te importa decir, alinéandola con la pregunta que te han hecho.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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