La importancia de los sesgos cognitivos en la comunicación en público
El tema que ocupa el post del día de hoy es para oradores y comunicadores que ya tienen resueltas las bases de la comunicación en público y quieren avanzar un paso más allá.
Si apenas estás empezando en este fascinante mundo, quizá lo que leas a continuación te suene a chino. Quizá no y despierte una nueva pasión por aprender más sobre los atajos de la mente.
En cualquier caso, será revelador. Vamos ahí.
LA IMPORTANCIA DE ENTENDER A LA AUDIENCIA Y CÓMO PROCESA LO QUE LE DICES
Hablar en público no se trata solo de compartir tus ideas. Si con ello bastase, cualquiera podría dar una gran presentación o discurso. Y no es el caso.
La verdadera clave está en lograr que esas ideas sean comprendidas, recordadas y que impacten a la audiencia.
Para conseguirlo, conocer a tu público es esencial. Conocerlo en el sentido de tratar de entender sus intereses, necesidades, aspiraciones y también -y esto es algo que se pasa por alto muy a menudo- de anticipar cómo procesarán la información que les suministras.
Esta anticipación es posible porque existen ciertos mecanismos mentales de procesamiento de información que son universales: los sesgos del conocimiento, también conocidos como sesgis cognitivos.
Estos son mecanismos cognitivos que pueden influir en cómo comunicas, así como en la comprensión y retención de la información, no ya de un público en particular, sino en el ser humano como tal.
Como comunicador, el entender estos mecanismos te permite encarar tus presentaciones y discursos de una manera más eficaz y estructurar discursos más claros, efectivos y persuasivos, adaptados a la audiencia.
¿Suena interesante? Continuemos.
QUÉ SON LOS SESGOS COGNITIVOS
El cerebro humano es un maestro ilusionista, que filtra, distorsiona y reorganiza constantemente la información para dar forma a la percepción de la realidad.
Todos los cerebros, incluidos los de tu audiencia, seleccionan cuidadosamente en qué enfocarse, dando prioridad a ciertas piezas de información sobre otras.
Por ejemplo, ¿alguna vez te has preguntado por qué las primeras impresiones son tan difíciles de cambiar? o ¿por qué un solo comentario negativo puede eclipsar una docena de elogios?
Estos fenómenos no son coincidencias, sino el resultado de lo que se conoce como sesgos cognitivos o sesgos del conocimiento.
Los sesgos cognitivos son atajos mentales o distorsiones cognitivas que afectan la manera en que los seres humanos comprendemos, interpretamos y recordamos la información.
Surgen cuando nuestras experiencias y conocimientos previos influyen en la percepción de la realidad, llevándonos a errores de juicio.
En el ámbito de la comunicación, estos sesgos pueden influir en cómo encaras una comunicación en público, cómo preparas tus contenidos, cómo la audiencia valora tus argumentos y, en definitiva como recibe y percibe tu mensaje.
¿Interesante? Veamos algunos de los sesgos del conocimiento más importantes.
- Maldición del conocimiento
La maldición del conocimiento ocurre cuando te familiarizas profundamente con un tema y, como resultado, tu cerebro comienza a dar por sentada cierta información. El problema radica en que esta familiaridad puede dificultar recordar cómo era cuando no conocías la información.
En comunicación la maldición del conocimiento provoca que una persona, al comunicarse con otros, asume que estos tienen los conocimientos previos necesarios para comprender lo que les dice. Si te interesa profundizar en este interesante punto puedes leer un post que escribí tiempo atrás sobre la maldición del conocimiento y la comunicación.
- Sesgo de confirmación
El sesgo de confirmación es la tendencia de nuestra mente a buscar información que respalde las opiniones que ya se tienen. También hace que las personas interpreten la evidencia de manera que refuerce sus creencias, expectativas o hipótesis preexistentes.
Su derivada más importante en comunicación es que las personas aceptan fácilmente nueva información que coincide con sus creencias, pero son escépticas ante aquella que las contradice.
- Sesgo de anclaje
Es la tendencia a dar un peso desproporcionado a la primera información que se recibe en un contexto de toma de decisiones. Como resultado, esta se convierte en un punto de referencia o ancla que influye en la percepción de la información posterior de cara a interpretar datos o tomar una decisión.
- Efecto Dunning-Kruger
El efecto Dunning-Kruger es un tipo de sesgo cognitivo en el que las personas creen que son más inteligentes y capaces de lo que realmente son. Las personas con poca habilidad no poseen las competencias necesarias para reconocer su propia incompetencia. La combinación de una baja autoconciencia y una capacidad cognitiva limitada las lleva a sobrestimar sus habilidades.
Muchas personas a las que les convendría mejorar sus habilidades de comunicar, no lo hacen precisamente por este sesgo, como explico en este post.
- Sesgo de retrospectiva
El sesgo retrospectivo distorsiona nuestra memoria y evaluación de eventos o resultados pasados. Ocurre cuando percibimos un evento como más predecible o esperable de lo que realmente era, después de conocer su desenlace. En otras palabras, tendemos a sobrestimar nuestra capacidad para predecir un evento una vez que ya ha ocurrido. Este sesgo puede generar una comprensión distorsionada de la relación causa y efecto, así como una percepción exagerada de nuestra capacidad de previsión futura.
- Sesgo de disponibilidad
La heurística de disponibilidad es un sesgo cognitivo en el que tomas una decisión basándote en un ejemplo, información o experiencia reciente que te resulta fácilmente accesible, aunque no necesariamente sea la mejor referencia para fundamentar tu decisión. En otras palabras, la información que viene a la mente con mayor facilidad (es decir, que está más disponible) se asume como un reflejo de eventos más frecuentes y/o probables.
- Sesgo de la ilusión de la verdad
El efecto de la ilusión de la verdad es un sesgo cognitivo en el que la exposición repetida a la información aumenta su veracidad percibida, independientemente de su precisión.
- Sesgo de autoridad
El sesgo de autoridad describe nuestra tendencia a ser más influenciados por las opiniones y juicios de figuras de autoridad. Este sesgo puede llevar a las personas a aceptar información o seguir instrucciones sin evaluar críticamente el contenido, simplemente porque proviene de una autoridad percibida.
- Sesgo o efecto de encuadre
El efecto de encuadre se produce cuando nuestras decisiones se ven influidas por la forma en que se presenta la información. Una información equivalente puede ser más o menos atractiva en función de las características que se destaquen.
- Sesgo del costo hundido
La falacia del coste hundido es un sesgo cognitivo que te hace sentir que debes seguir invirtiendo dinero, tiempo o esfuerzo en una situación solo porque ya has invertido mucho en ella. Este coste hundido percibido dificulta alejarse de la situación, ya que no quieres ver tus recursos desperdiciados.
- Sesgo de optimismo
Subestimar los riesgos y sobreestimar los resultados positivos, creyendo que las cosas nos irán mejor de lo que realmente indican los datos.
- Efecto halo
El efecto halo influye en la forma en que percibes a los demás. Ocurre cuando automáticamente haces suposiciones o juicios positivos sobre una persona basándote en un rasgo positivo que has notado. En realidad, sabes poco sobre ella, pero, de manera subconsciente, le atribuyes un “halo” simplemente porque te parece agradable.
- Efecto arrastre
El efecto arrastre se refiere a nuestra tendencia a adoptar ciertos comportamientos o creencias simplemente porque muchas otras personas lo hacen, sin realizar un mayor análisis crítico.
- Sesgo de falso consenso
El efecto de consenso falso describe cómo las personas tienden a sobrestimar cuánto comparten los demás sus creencias, valores y comportamientos. Esto implica que las personas a menudo proyectan sus actitudes e ideas personales en los demás, asumiendo que son más comunes o extendidas de lo que realmente son.
- Sesgo de egocentrismo
El sesgo egocéntrico es un fenómeno en el que las personas tienden a ver el mundo desde su propia perspectiva y a sobrestimar la importancia de sus propios pensamientos y experiencias. Este sesgo puede llevar a tomar decisiones y hacer juicios basados en experiencias subjetivas, en lugar de en evidencia objetiva o en las vivencias de los demás.
IDEAS FINALES SOBRE LOS SESGOS GOGNITIVOS Y HABLAR EN PÚBLICO
Un orador eficaz no solo domina las técnicas para preparar una gran presentación y maneja la comunicación no verbal con soltura, sino que también comprende cómo funciona la mente de su audiencia.
Conocer y entender cómo operan los sesgos del conocimiento te permitirá anticipar reacciones, evitar confusiones y malos entendidos y reforzar la credibilidad de tu discurso.
Pero no solo se trata sólo de ser más eficaces en la comunicación, que ya es algo impresionante en sí mismo, sino también de ser conscientes de estos sesgos para examinar nuestro propio pensamiento de manera crítica y mejorar nuestra capacidad de comunicar y por qué no, de pensar objetivamente.
Si te interesa desarrollar tus habilidades de comunicar en público y persuasión contacta conmigo.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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