Qué son las preguntas retóricas y cómo usarlas eficazmente
Las preguntas retóricas son uno de los recursos más utilizados en la comunicación oral. Lo digo con conocimiento de causa, como profesional de la oratoria y comunicación.
Todos, quien más quien menos y sin ser conscientes de ello, utilizamos preguntas retóricas en nuestras conversaciones cotidianas.
Y si hablamos de intervenciones más formales, las preguntas retóricas están presentes en todo tipo de comunicaciones orales: en charlas persuasivas, informativas y motivacionales. Y en todos los ámbitos que se te ocurran: empresarial, político, legal, etc.
Y es que cuando usas preguntas retóricas activas la atención y generas distintos efectos muy interesantes en los otros, en los que ahondaré un poco más adelante.
Es precisamente lo que te explico en este post, que puedes leer en 5 minutos.
Bien, empecemos por entender en qué se diferencia una pregunta retórica de una pregunta normal.
DIFERENCIA ENTRE PREGUNTA NORMAL Y PREGUNTA RETÓRICA
Una pregunta normal se hace para obtener una respuesta de otra persona, con información para resolver una duda. Es decir que la finalidad es informarnos.
Una pregunta retórica, también conocida en Retórica clásica con el nombre de erotema, tiene en cambio, una finalidad distinta.
Una pregunta retórica no se hace para obtener una respuesta de la otra persona con información. La pregunta retórica se lanza para generar un efecto sobre la otra persona o audiencia.
Es una gran diferencia.
Es más, cuando hacemos una pregunta retórica, no esperamos en realidad una respuesta. Porque generalmente somos nosotros mismos quienes nos respondemos a continuación, o bien porque la pregunta trae implícita una respuesta (en sí misma funciona como una sugerencia o afirmación).
La idea se entenderá mejor con en el siguiente ejemplo, que seguro te sonará familiar:
La madre enfadada que le pregunta al hijo preadolescente: “¿Carlos, no crees que ya está bien de ver tanta televisión?” (Casualmente mi hijo se llama Carlos, es preadolescente y le gusta ver la TV).
En realidad a su santa madre no le interesa conocer qué opina el chaval sobre la conveniencia o no de continuar viendo televisión. De hecho, le da igual. Ella, como adulto responsable, tiene claro que su hijo ya ha visto suficiente TV.
El objetivo de su pregunta retórica no pasa, por tanto, por conocer el punto de vista del chico.
De hecho, si lo analizamos, su pregunta lleva implícita la respuesta. Perfectamente la madre diligente podría decir de manera alternativa: “Carlos, ya está bien de tanta televisión. Apágala de inmediato”.
Porque lo que en realidad busca es la reacción del muchacho para que apague el maldito aparato.
Pero al utilizar la pregunta retórica, lo que de otra manera sería una orden pura y dura, se convierte en una “invitación” a reflexionar.
Además, la pregunta genera un efecto emocional adicional en el chico: el sentimiento de culpa y vergüenza por no hacer lo que se supone que debe hacer, lo cual lo llevará a apagar de inmediato la caja tonta. Persuasión en estado puro.
Si lo piensas, los padres solemos usar profusamente este tipo de preguntas retóricas como herramientas de pedagogía y control, casi siempre de manera intuitiva.
Como puedes ver, las preguntas retóricas son herramientas persuasivas muy potentes. Constituyen una manera muy sutil y efectiva de direccionar el pensamiento, evocar emociones y sugerir acciones. Afirmación esta última, que nos introduce en el siguiente punto: la utilidad de las preguntas retóricas.
¿PARA QUÉ SIRVEN LAS PREGUNTAS RETÓRICAS?
Si nos referimos a hablar en público, el sólo hecho de introducir una pregunta ya genera un cambio de ritmo y tono en la voz durante la entrega de la comunicación, dinamizando la presentación e intrigando a la audiencia.
Y es que no existe ser humano que no active su atención tras escuchar el tono interrogativo de una voz que lanza una pregunta, bien sea auténtica o retórica.
Por tanto, un primer uso de las preguntas retóricas es el de activar la atención de la audiencia.
Por otra parte, al hacer una pregunta, así sea retórica,se produce la ilusión de que existe un diálogo.
Genera una sensación de comunicación interpersonal, aunque se trate de una charla de un orador a un auditorio de 500 personas. Y este es un efecto tremendamente potente para generar conexión.
Pero no sólo eso, sino que además puedes utilizar preguntas retóricas para generar distintos efectos en los demás, tanto en el pensar, como en el sentir y actuar.
A continuación te pongo algunos ejemplos muy fáciles de seguir.
- Despertar el interés y curiosidad.
Ej: ¿Quieres descubrir una de las herramientas más potentes de la oratoria?
Respuesta: Te explico qué son las preguntas retóricas.
- Centrar la atención en una idea importante.
Ej: ¿Cuál es el factor clave para tener una buena salud?
Respuesta: Controlar el consumo de azúcares.
- Invitar a la reflexión o pensamiento.
Ej: ¿No crees que quizá tengas creencias sobre el dinero que están limitando tu crecimiento económico?
- Incitar a la acción.
Ej: ¿Cuánto tiempo tiene que pasar para que tomes las riendas de tu vida?
- Explicar un punto.
Ej: ¿Cómo puedes explicar un punto de una manera interesante durante una presentación?
Respuesta: Utiliza una pregunta retórica.
- Hacer que la audiencia cuestione creencias, propias o ajenas.
Ej: ¿Si el calentamiento global por culpa del hombre es una patraña, cómo es que este año ha sido el más caliente registrado?
- Sembrar la duda.
Ej: ¿Puede alguien que te ama, tratarte así?
- Inducir al sentimiento de culpa
Ej: ¿Sabes qué hora es? (cuando alguien llega tarde).
- Mostrar enfado o indignación
Ej: ¿Cuántas veces debo decirte que limpies tu habitación?
- Mostrar sorpresa
Ej: ¿Lo dices en serio?
- Ironizar sobre una idea o postura o situación.
Ej: ¿No te resulta curioso que alguien que vive en una mansión postule la lucha de clases?
- Generar dramatismo
Ej: ¿Cuántas veces tengo que pedirte que me perdones para que lo hagas?
DISTINTOS EJEMPLOS DE PREGUNTAS RETÓRICAS
Aunque en general se habla de la pregunta retórica como si existiese un sólo tipo, lo cierto es que existen distintos matices en el uso de este tipo de interrogaciones.
Los griegos antiguos, que fueron los creadores de la Retórica ya se ocuparon hace 2.000 años de identificar los distintos tipos de preguntas retóricas, e incluso les dieron nombres. Eso sí, como no podía ser de otra manera, en idioma griego.
A continuación te explico tres de las más usuales en la oratoria, la hipófora, la epiplexis y la erotesis.
La Hipófora
Es una figura retórica en la que planteamos una pregunta para, inmediatamente después, proporcionar nosotros mismos la respuesta.
El objetivo de este tipo de interrogación retórica es servir de preámbulo para despertar interés y curiosidad por la respuesta que sigue a continuación.
El uso de las pausas es aquí muy importante. Un silencio oportuno intensifica el interés y ayuda a captar la atención de la audiencia.
Por este efecto amplificador del punto que se quiere establecer, es que yo las llamo, de una manera menos académica, “preguntas lupa”.
Los políticos la utilizan con frecuencia cuando pronuncian discursos. Un ejemplo clásico es el del político que durante un mitin pregunta:
“¿Por qué deberían votar por mí?
Por las siguientes tres razones….”
Otro ejemplo: Si quiero poner de manifiesto el poder de esta pregunta retórica, no es lo mismo que lo afirme de manera directa:
“La Hipófora es una herramienta muy sutil para direccionar el pensamiento de la audiencia”,
que utilice una hipófora y diga:
“¿Cuál es la herramienta retórica más sutil para direccionar el pensamiento de la audiencia?
La Hipófora…”
Las Hipóforas también se puede emplear para introducir un tema nuevo o como dispositivo direccional para cambiar de tema.
La Erotesis
Este tipo de interrogación implica una respuesta contundente, bien negativa o positiva.
Ejemplo: ¿Queremos vivir en una sociedad donde la pobreza es la regla y no la excepción?
La respuesta es evidente y cae por su propio peso. No.
¿Entonces cuál es la utilidad de hacer la pregunta?
Para que sea la propia audiencia quien se cuestione y responda a sí misma. Una cosa es que alguien nos diga que pensemos de cierta manera y otra muy distinta que nosotros lleguemos a esa conclusión. La erotesis genera esa ilusión, lo cual facilita la persuasión.
Por ejemplo, la pregunta de la madre a Carlos sobre la pertinencia de ver la TV, sería técnicamente hablando, una erotesis.
Este tipo de preguntas, cuando se concatenan, pueden generar un clímax, pronunciándose cada final de pregunta con mayor énfasis que la anterior.
Por ejemplo, en el caso de la históricamente famosa primera catilinaria pronunciada por Cicerón:
“¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia? ¿Cuánto tiempo hemos de ser juguetes de tu furor? ¿Dónde se detendrán los arrebatos de tu desenfrenado atrevimiento?”
La Epiplexis
Con este tipo de interrogación el orador busca reprender, reprochar, expresar dolor o injuriar a la audiencia, como un medio de persuasión.
Se desafía a la audiencia de una manera que incluso puede ser confrontacional.
El objetivo es persuadir a la audiencia a través de emociones como la vergüenza, para que acepte la perspectiva del orador.
Algunos ejemplos:
“En Occidente vivimos unas vidas sin preocupaciones. ¿Cómo podemos ser tan indolentes con el sufrimiento del resto de la humanidad?
“¿Vas a dejar que el miedo te arrebate la posibilidad de desarrollar todo tu potencial?”
CONCLUSIÓN
Ya lo sabes. Las preguntas retóricas son un recurso persuasivo muy útil a la hora de comunicar, tanto en público como en privado.
Activan la atención, añaden cercanía al discurso, le dan un toque personal a tus charlas y te permiten generar multitud de efectos en el público.
Asegúrate, durante la etapa de preparación de tu presentación en público, de pensar en cómo incluirlas a lo largo de tu charla.
Si quieres saber más sobre cómo utilizar preguntas en tus presentaciones en público, es uno de los puntos que podemos trabajar durante mi programa de coaching de oratoria.
¿Quieres saber más? Contacta conmigo.
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Este post forma parte de una serie dedicada a las figuras retóricas y su uso en la oratoria. Para descubrir más usos de la Retórica pincha en el anterior en
Este contenido ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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