12 errores al hablar en público que hunden tu presentación
A lo largo de los años he sido testigo de cientos de presentaciones profesionales en público.
Algunas han sido inolvidables, otras muy buenas, la mayoría mediocres y una gran parte malas, sino directamente de terror.
En el caso de las presentaciones mediocres y malas he observado que los presentadores suelen cometer ciertos errores que se repiten de manera recurrente.
Estos fallos en la preparación y ejecución de la presentación provocan que la presentación carezca del impacto deseado y que no surta los resultados buscados por el orador. Y si se acumulan, provocan directamente el fracaso completo de la comunicación.
A continuación tienes una docena de errores a la hora de hablar en público que restan impacto y eficacia a tu comunicación, para que los tengas claros y conjures el riesgo de cometerlos.
ERRORES AL HACER UNA PRESENTACIÓN EN PÚBLICO
☠️ Mala gestión del tiempo
Manejar mal el tiempo en una presentación y quedarte corto es una pesadilla. A todos nos ha pasado. Todo iba bien, pero de repente miras el reloj y… ¡te quedan dos minutos para decir lo más importante! Ahí llega el caos: hablas más rápido, saltas diapositivas clave o dejas fuera puntos esenciales. El resultado: un cierre apresurado, una audiencia confundida y un mensaje que no genera impacto. Planificar y ensayar con tiempo es clave para evitar que tu gran presentación termine en una carrera contra el reloj.
☠️ Pasarte la presentación leyendo del Power Point.
Este es uno de los fallos más comunes. Uno de los clásicos errores del uso de Power Point. El presentador convierte su presentación en una interminable lectura de diapositivas, que en lugar de apoyar la presentación, la revienta. Seguro lo has visto una y cien veces. Cuando el presentador se la pasa leyendo de una pantalla, pierde contacto visual con la audiencia y naturalidad. Se supone que si presentas, es porque sabes de lo que hablas: eres un experto o experta en la materia. Actúa como tal.
☠️ Presentaciones que no interesan al público.
Pasa a menudo. Presentaciones en las que el presentador se dedica a alabar y glorificar su idea, proyecto, producto o servicio. Infomerciales de 30 minutos. El problema es que lo maravilloso que eres, le importa al público entre cero y nada. ¿Qué les interesa? Ellos mismos. Cómo pueden mejorar sus vidas. Para que la audiencia te preste oído tiene que encontrar utilidad, en eso que les estás contando. Eso solamente ocurre cuando tu presentación está diseñada a la medida de la audiencia, no a la tuya.
☠️ No dominar tu contenido.
¿Quién no ha estado en una presentación en la que el orador utilizaba muletillas al hablar, titubeaba o parecía no recordar a momentos como seguía su presentación? Cuando esto ocurre, la credibilidad y autoridad del presentador se van a pique como el Titanic. Para ser creíble debes mostrarte seguro y hablar con fluidez. ¿Cómo logras seguridad y fluidez? Dominando el contenido. Y para dominarlo tienes que ensayar. El ensayo es peaje inevitable de una presentación exitosa.
☠️ Presentar sin energía.
Este es uno de los errores que me matan. Presentaciones en las que parece que el presentador preferiría estar en otro lugar. Hablan a media máquina, sin energía, casi con desgano. Por favor. ¿Cómo diablos pretendes que la audiencia se emocione con tu idea, si tú no lo haces? Por más genial que sea tu contenido, no va a presentarse sólo. Tienes que presentarlo tú. De hecho, una parte importante del impacto de tu mensaje depende de cómo lo comuniques, de tu entrega. Asegúrate de comunicar con energía, entusiasmo y convicción.
☠️ Presentaciones abstractas, áridas y aburridas.
Muchos presentadores cometen este error, sobre todo si tienen formación numérica, científica o con un perfil académico. Utilizan lenguaje complicado, conceptos y abstracciones y te lanzan una pila de datos, números y estadísticas para probar sus puntos. El resultado: sus presentaciones son más áridas que el desierto de Arizona. Cuando hablas en público lo específico siempre vence a lo genérico y las historias son la mejor manera de comunicar mensajes y de poner ejemplos.
☠️ Tratar de pasar demasiada información en poco tiempo.
Cuando tratas de pasar demasiado contenido por querer mostrar lo mucho que sabes (u ocultar lo poco que has preparado la presentación) te metes un autogol. Tienes que acelerar, hablar como una metralleta y aún así muchas veces te quedas corto de tiempo, con lo cual te ves obligado a cortar parte de tu presentación. Además, la audiencia colapsa cognitivamente ante tanta información y desconecta. Resultado: la audiencia no te sigue por fatiga, tu presentación queda a medias y tu credibilidad apaleada. Seleccionar el contenido esencial es una parte clave del trabajo de cualquier presentador.
☠️ No tener un mensaje claro (o tener demasiados mensajes).
Presentaciones vagas y confusas. El pan nuestro de cada día. Si no has definido claramente cuál es tu mensaje central, ¿cómo pretendes que la audiencia sí lo tenga claro.? Cuando termine la charla el público se preguntará: “¿y todo esto… de qué trataba?” No tendrá claro con qué quedarse de todo lo que has dicho. Define claramente tu mensaje central cuando prepares tu presentación y asegúrate de comunicarlo una y otra vez.
☠️ No contar historias.
A pesar de que hoy en día se habla mucho del storytelling son pocos los presentadores que incluyen de manera deliberada y con propósito historias para comunicar sus mensajes. La mayoría apelan sólo a conceptos y abstracciones y así su presentación se hace más seca y árida que el desierto de Arizona. La investigación neurológica moderna demuestra que contar historias es la mejor manera de captar la atención de las personas, incorporar información en sus recuerdos y forjar vínculos personales estrechos. ¿Que no sabes cómo hacer storytelling? Te enseño.
☠️ Dar cátedras o sermones.
Muchas presentaciones parecen clases magistrales de sabios doctores o, peor aún, sermones. El orador habla y habla, derramando sabiduría sobre la audiencia. La audiencia apenas recibe estímulos para reflexionar, imaginar o pensar, no encuentran el contenido interesante y termina por aburrrise. En las presentaciones profesionales, conviene establecer una relación de horizontalidad e involucrar permanentemente a a la audiencia en la creación de significado. Cuanto más conversacional e interactiva la presentación, mayor la conexión con el público.
☠️ Apelar sólo la razón y no a la emoción de la audiencia.
Este error es muy usual en el entorno corporativo. El presentador se centra en ofrecer datos y otras pruebas racionales y exponerlas de manera lógica y articulada. Esto es necesario, claro que sí. Pero no suficiente. Sobre todo en presentaciones persuasivas. Los seres humanos somos criaturas racionales y emocionales. Tomamos decisiones con el cerebro, pero también con el corazón, por no nombrar otras partes de la anatomía humana. Es importante apelar también a las emociones de la audiencia, como bien señaló en su día Aristóteles al hablar de los tres pilares de la persuasión.
☠️ Prescindir del humor.
Sobre todo en presentaciones corporativas, se tiene el prejuicio erróneo de que tienen que ser más serias que el funeral del papa. “La risa es la distancia más corta entre dos personas” lo dijo Victor Borge. y es absolutamente cierto. También es válido en el contexto de las comunicaciones en público. El humor añade un extra inigualable a tus presentaciones y al carisma de cualquier comunicador. Un ejemplo genial, la presentación del iPhone de Steve Jobs.
☠️ No tener definido un paso siguiente claro para la audiencia.
Sobre todo tratándose de presentaciones persuasivas, la comunicación debería aterrizar en una petición concreta a la audiencia: un paso siguiente. Cuando este llamada a la acción no existe o es poco claro la audiencia se pregunta: “Ok, y ahora qué se supone que debo hacer con todo esto?” Y esto le resta mucho impacto y potencial de resultado a tu comunicación. ¿Quieres que ocurra algo después y como consecuencia de tu presentación? Asegúrate de que el público entiende tu llamado a la acción con claridad.
- Mala gestión del tiempo.
- Lecturas de Power Point.
- Presentaciones que no interesan al público.
- Presentaciones abstractas y áridas.
- No tener un mensaje claro.
- No dominar el contenido.
- Tratar de pasar demasiada información.
- Presentar sin energía.
- Dar cátedras o sermones.
- Apelar sólo la razón y no a la emoción.
- No contar historias.
- Prescindir del humor.
- No tener un llamado a la acción claro.
IDEAS FINALES ERRORES CUANDO PRESENTAS EN PÚBLICO
Todos estos errores son perfectamente evitables si sabes cómo preparar tu presentación de la manera correcta.
Para más contenidos sobre cómo preparar tu presentación puedes ir a mi post sobre consejos para hablar en público.
También puedes descubrir mi recomendación de los 5 mejores libros sobre oratoria para aprender a hablar en público.
Y finalmente, si te interesa aprender a dar presentaciones en público eficaces y exitosas, para ti o tu equipo, descubre mis formaciones para hablar en público no bien el más radical coaching individual para hablar en público.
Este artículo ha sido escrito por JC Durán como un aporte al conocimiento y divulgación de las buenas prácticas de la oratoria y el hablar en público.
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Comentarios
Muy informativo. Dónde puedo comprar tu libro de las 24 Claves?